No se por qué estoy aquí... ¡¡¡pero aquí estoy!!!

Wednesday, February 18, 2009

la sociedad de los graderíos


En un momento alguién dijo que la religión era el opio del pueblo, aquella herramienta que vos usas para controlar masas, pero hace poco alguién la dejó a un lado la religión y dijo que era el futbol el verdadero opio de las masas. El quién, cómo, cuándo y dónde, sinceremante no me importan. Pero como un fénomeno que debería ser exclusivamente deportivo y de entretenimiento, este ha llegado a tener un fuerte impacto social y político. ¿Pero y como carajos llegó esto a cobrar tanta importancia?

Date cuenta, vos que sos igual que yo, que amas este deporte, que te estuviste mordiendo las uñas desde el viernes pasado esperando ansioso el derby de la madonnina entre el Inter y el Milan y haces lo mismo con un Real - Barsa, un ManU - Liverpool, un Boca - River, un América - Chivas, un Rojos - Cremas incluso un Chameprico - Tiquisate, vos entendés no damos explicaciones, es algo que sentimos y no podemos hacer nada al respecto. Pero vos que no entendés y que vez esta cuestión con lógica y no te explicas por qu'e tanto drama, tanta ansiedad, tanto derroche de pasión. Es un partido de unos cincuenta que tu equipo juega durante el año y si ves otras cuatro ligas hablamos entonces de 250 partidos y si tenés 25 añitos y digamos te quedan cincuenta por vivir hacé las mates: son unos 12,500 partidos que tenés para ver como tu equipo gana, pierde o empata, esque puta mano, no te hagas un chongo por cada juego.


Pero así son las cosas y ahí tenés tu debate entre los apasionados y los que nada que ver, pero claro la cosa no es así en blanco y negro es compleja hasta la mierda. Tan compleja que existen académicos que estudian el movimiento de masas que genera el fut, tenés maestrías en universidades de prestigio y lamentablemnte tenés departamentos dentro de las fuerzas de seguridad también interesados en esto. La pasión por el futbol tiene sus variantes y va desde lo sano e inocente hasta lo intrinsicamente perverso y malvado. Aquí nos hechamos un repasito al aficionado, al hincha, al ultra y al hooligan.

Con que te guste el futbol, sos aficionado y se acabo. Claro podes ser de aquellos que le gusta más jugarlo que verlo o al revés, no importa si te gusta sos aficionado. El aficionado, sin embargo, lo vive con filosofía, inconscientemente toma en cuenta los numeritos de arriba, si lo ves bien y si no habrá otra oportunidad de ver tu equipo en el estadio pero igual no te importa verlo en la tele. Vas ves y lo comentas el lunes en tu trabajo o centro de estudios. Vas al estadio no tanto porque es un deber que tenes el de ir a apoyar a tu equipo sino por que es alegre. Gane o pierda tu equipo (a menos que sea una goleada o una derrota humillante) en el fondo te la gozaste. Te gusta pero tampoco es una parte importante de tu vida. Conoces a los jugadores que todos conocen y te recordas de aquellos partidos que realmente fueron memorables, pero no manejas estadísticas ni datos históricos, no te importa, lo dejas pasar. Gane, pierda o empate tu equipo vos seguis adelante, sin clavos. En este rubro podes meter a la gran mayoría de aficionados al futbol, la mara que durante el año sigue el deporte con la básico y que por las implicaciones de celebración y fiesta se mete de lleno cuando se vienen eventos como la Copa América, la Eurocopa y claro el Mundial: quinielas, escapadas de la oficina, pequeñas fiestas para ver un partido y no importa si es un Brasil - Francia o un Togo - Ucrania, la diversión viene antes. Sonreí al final es solo un juego.


Luego lo tenés al aficionado de corazón, el de toda la vida, el abonado, el tifoso, el fiel seguidor, el hincha. Básicamente es una persona que igual al aficionado normal pero que su felicidad se ve de cierta forma afectada por los resultados de su equipo. Es aquel que con orgullo ha vestido los colores de su equipo desde tiempos inmemorables. Los fines de semana están reservados para tu equipo y vivis cada segundo del partido con intensidad. Si tu equipo juega de local lo vas a ver pero estas dispuesto a quedarte en casa si sale a jugar de visitante. Si estas casad@ o vivis con tu novi@ entonces ya tenés cierto compromiso arreglado: si juegan de local los vas a ver y si salen te la llevas a ella o a él de paseo (que putas, no creyeron que esto sigue siendo exclusivo de los hombres). Si tenés bepis, olvidate, ahí van los regalitos: la pelotita tamaño 1, los zapatitos y el atuendo diminuto de tu equipo favorito. Delen vayan a buscar sus fotos de bepis, y allí rápido dan con que tipo de aficionado era tu papi o tu mami o ambos. Te llevas al nene o nena al estadio, con los colores claro, lo vestis de piez a cabeza, bufandas, gorros, lentes, lo que sea pero dejas muy pero muy en claro no solo el amor que tenés por tu equipo sino que también tu criatura es uno más, otro apoyo a la causa (¿cuál? ni puta idea, pero ese es el mensaje). Gritas los goles como cuando gritaste el nacimeinto de tu bepi, tu graduación, tu promoción en el chance o cuando tu enamorad@ te dio el sí. Lloras las derrotas como lo haces en funerales, cuando te quedaste sin chance y cuando tu pareja te dice que no te soporta más y te deja. Puteas cuando tu equipo la caga, igual que cuando te bocinan en el tráfico, cuando tu jefe te hecha el muerto por algo que no hiciste, cuando tu pareja gastó de más. La vida sigue eso lo sabés, pero tus ánimos son influenciados por tu equipo, ese que tanto querés.


Bajalé a los decibeles maestro. Aquí la cosa se empieza a complicar porque se camina en una delgada línea entre lo aceptable y lo inaceptable. El ultra. El futbol es tu vida. Tu equipo es tu religión. El estadio donde juega tu catedral y los jugadores y entrenadores tus dioses, santos, ángeles y arcángeles. No seguis a tu equipo porque te gusta, sino porque es tu obligación, es la razón por la cual estás en este mundo, tu razón de ser. Conoces a la plantilla completa del primer equipo y del segundo y también sabes quienes son los jugadores juveniles más destacados. No importan tus estudios o nivel de coeficiente intelectual, tenés una sabiduría enciclopédica sobre la historia, jugadores, entrenadores y partidos de tu equipo, todo en la punta de la lengua. Tu misión en el estadio es una y solamente una, alentar a tu equipo, darles ánimos para que salgan y den lo mejor de si. No vas al estadio a ver el partido sino que vas a apoyar, a alentar a hacer porras. Sos miembro de un grupo, los tuyos tienen un nombre y la directiva los reconoce como tales y te dan entradas a menor precio y te permiten entrar al estadio todo tipo de banderas, carteles, instrumentos musicales y vos aprovechas y colas bengalas. Tu lugar es por lo general la curva o los fondos, ahí sos parte de una colorida y bulliciosa porra que alienta a los suyos e insulta e intimida al rival. Sabes que el defensor central de tu equipo es de lo peor que hay, pero no lo puteas, lo ánimas le pedis que de lo mejor de si. Si tu equipo pierde lo perdonas y lo animás para la proxima si las cosas no funcionan tenés a dos que podes responsabilizar al entrenador o a la directiva. ¿La violencia? Reaccionas por la pasión, así como cuando te enojas y pateas una silla o le pegás a una pared. Una reacción violenta casi instintiva, igual reaccionas si te insultan en los graderios o en la calle, insultas de regreso y si suben los decibles podes llegar a los puños pero por lo general debido a la efervesencia del momento. Ya sea que jueguen en casa, de visitantes o hasta Timbuktú vos siempre estas con tu equipo. Tu primera, segunda y tercera prioridad es tu equipo de futbol y sus colores.

Así tenés combinaciones entre estos ya mencinados. Los aficionados que siguen al igual que los ultras al equipo pero que no lo viven con la misma pasión también se organizan y conforman lo que en España le llaman peñas y en Italia clubs. Así podes vivir fuera la ciudad o en otro país que el de tu equipo pero vos y otros lo siguen, se reunen en un bar, forman una peña o un club que por lo general los nombran con el nombre de algún gran ex jugador o con el nombre de tu ciudad o pueblo (e.g. Inter Club de Madrid, Peña Kempes Valencia de Santander, la juventud de Bobby Moore de Exeter, etc.), siguen fielmente al equipo, pero su vida y estado de ánimo no depende del rendimiento de este. Son hinchas que lo siguen como si fuesen ultras pero con la actitud de un aficionado.

Y luego caemos con el elemento más vil de las sociedades estas que se conforman en los graderíos de los estadios, el elemento violento, el hooligan pero para hablar de estos hay que dedicar un post aparte, quien sabe tal vez dos, por eso mejor respiro profundo y sigo después.

Fotos: La primera fue vilmente hueviada de jeisbuk con la complicidad de una mi sister; el resto fueron sacadas de google images, como la super mayoría de este bló.

PD: ¿Mister President y la foto con Fidel? Como que las disculpas no bastan pa´que lo reciban.

PD2: bello el clima de febrero ¿no? despeputado, me gusta :)


10 comments:

Juan Carlos Lemus juancarloslemus3000@gmail.com said...

puta, maestro, ustè si sabe de fut y le encanta.
eso es bueno. un futbolista màs, un delincuente menos.
yo no sè en què momento de la vida dejè mi pàsìon futbolera.
yo iba a los estadios, lo juro.
veìa en la tele partidos, lo juro.
esperaba con ansias el mundial.compraba una coca cola, papalinas o tor trix, a los que les echaba limòn, y me aplastaba frente al televisor que no tenìa control remoto.
¿què pasò? ¿a dònde, a dònde ha ido la euforia?
lo que sì recuerdo es que yo era de los que sufrìa. ahhh, como me dolìa que el delantero se agarrara el pelo lamentàndose no haber metido un gol.

ya sè: lo que pasaba era que yo me enganchaba con el dolor ajeno. yo creìa sentir lo q ue el otro pobre hombre sufrìa y de ahì en adelante todos le dirìan, ¿por que no metiste el gol, so mula?
y`èl sufrirìa mucho. yo me proyectava en èl.
como verà, maese kontra, de plano eran problemas sicològicos gruesos y de identidad.
la onda es que yo sufrìa si mi equipo no ganaba. lloraba si el otro perdìa, ¡Sì!!! yo lloraba si perdìa el equipo contrario al mìo y me sentìa culpable por haberle ganado.
Y sufrìa si el otro equipo era el que ganaba.
Yo era un buen material para un estudio sobre el futbol y los fans enfermos.
¿Aceptarìa usted, Kompadre, ser mi sicòlogo en temas futbolìsticos?
ay ayayayay, hasta se me cruza por el ayote ahorita la palabra esa... esa que no puedo pronunciarrr. esa palabra mala.. esaaaaahggggg palabra magghhhlllaaaaa... que es... gol.
saludos Kempes, Mario,

Patricia Cortez said...

un futbolista más, un delincuente que corre más rápido y aguanta.
ya en serio. mi querido marido que no le gusta el futbol se enfureció porque el alcalde de san juan sac. decidió SECAR UNA LAGUNA para construir un campo de fut... hasta ahí hemos llegado, ¿para que sirve una laguna? mejor el campo

Nancy said...

Ay Kontrita, no leí el post porque es de fut. Pero te dejo el respectivo apapacho y lo leo más tardecito. ;o)

Verbo... said...

El opio
lo dañino
es usar cualquier tipo de institución para causar daño.

Ya sea lo religioso
lo político
y ahora lo deportivo.

:/

Un beso.

Nancy said...

Ah... soy una perfecta atea del fut, no entiendo ni pepa, le voy a Xela porque de allí es mi papá pero nunca sé cuando juega, mucho menos el resultado. Y si me pusieran a escoger entre rojos y cremas, me quedo con los primeros... no sé por qué. Ni idea. Ya si hablamos de ligas de oros lares, me aparto y reviro en contra. Definitivamente no entiendo. Es chino para mí. Pero igual vengo a leerte porque sos super interesante.

la-filistea said...

En mi casa mi hermano es así fanático de los ultras del fut y del Municipal.Teníamos que aguantarnos su mal humor (eso desde que tenía 10 años) cuando perdía.

Recuerdo cuando metió el gol el Plata a Brasil. Lloró, se jalaba el pelo y ay dios!! era de terror. Yo digamos que medio entiendo esa pasión porque yo soy algo así pero con el Baseball... pero de veras el fut se ha convertido en un negocio bien redondo y ultimamente de jugadores caribonitos.. ahí está mi Cristiano Ronaldo que no me deja mentir.

P.S. que bueno que le bajaste al amarillo huevo del blog, me jodía los azules, aparte que mi pc, lee los colores de una forma fatal. Te encargo va!

WARATE said...

A MI DEFINITIVAMENTE ME GUSTA EL FUTBOL Y LOS DEPORTES DE CONJUNTO... POR AFICION Y FANATISMO ESA ADRENALINA CUANDO FALTA MINUTOS EN FIN... PARA ITALIA 90 LLORE AMARGAMENTE PORQUE ARGENTINA PERDIO CONTRA ITALIA X UN PENALTY... Y ESA VEZ NO JUGO CLAUDIO PAUL CANIGGIA (MI AMOR PLATONICO EN AQUEL ENTONCES)... Y TODO MUNDO RESPETO MI DOLOR (JEJEJE) HASTA LE HICE UNA CARTITA
!HA LA ADOLESCENCIA! SALUDOS! :-) (-:

David Lepe said...

Vos lo has dicho: Sonreí al final es solo un juego.
Pero cuesta, mano, cuesta. Yo por eso dejé de ver fut, no pude controlar la tristeza de seguir a un equipo que perdía y perdía, mientras su archi rival ganaba y ganaba.

el VERDE !!! said...

si hablo del fut con toda la pasión que siento por él, seguro anoto un autogol y me cae toda la aficionada encima... mejor que quedo calladito y resucito sólo pa el final de los mundiales... Gooooool.

el Kontra said...

Maistro Moscardón, yo con gusto le hecharía una mano, pero el clavo es quien me le hecha a mi que estoy "más pior". Buenos agüeros maradonas.

Patricia: que puedo, decir, vea cuantos equipos de la mayor aquí en Guate existen gracias al narco, su publicidad debería decir de que Cartel son. Saludos.

Verbo... completamente de acuerdo, hay pondré un post sobre eso también. Beso.

Nancy: Gracias, vieras que hay mucho detrás del fut. Lo siento pero me despeputaré lso próximos posts sobre esto. Abrazote.

Filis. Perdón, ya está ahí el amarrisho egg, pero algo pasadito el egg, así como de zopilote. Yo también celebré el gol de plata como si me hubiera sacado la lotería. Buen joint girl! Se me antojó. Saludos.

Michigan and only you: Yo todavía lloró para los partidos grandes por eso los veo solito :)Saludos

Aguafiestas: tenés toda la razón es duro, yo lamentablemente soy bien masoquista, mis equipos por lo general no dan una, pero cuando le sacan un puntito a un grande la satisfacción es inmensa. Saludos mano.

Verde: Aquí te hacemos ganas por algo este es el despepute, saludos.