No se por qué estoy aquí... ¡¡¡pero aquí estoy!!!

Thursday, October 9, 2008

Jugando como los Dioses I: Gigi Meroni


Ya lo he dicho, no soy de los que ve 22 cuates en una cancha corriendo detrás y pateando una pelota, pertenezco a la mara que ve 22 atletas envueltos en una competencia de aguante físico y destreza técnica entre los cuales de vez en cuando aparecen artistas que entre el fondo verde de la gramilla y el aliento del público dan pinceladas y crean obras de arte. Al final del partido todos son de carne y hueso, mortales, propensos a los errores como el resto de nosotros pero aquellos que quedan en nuestras memorias fueron los que se atrevieron y se atreven a jugar como los dioses. Uno de ellos fue Luigi "Gigi" Meroni, la farfala granata (la mariposa color grana).

Nunca lo vi jugar, pero fueron tantas personas las que me contaron sobre él y su gloriosa historia con final trágico que la curiosidad me venció y me empape lo más que pude sobre su trayectoria y vida. Inspirado en lo que escribió el Moscardón, los dejó con lo siguiente:


No cabe duda que a mediados de los años sesenta Meroni era, no solo el futbolista más famoso en Italia sino también uno de los personajes más populares del bell' paese. Era un tipo de contrastes, en la cancha era un virtuoso de la pelota, su forma de juego y movimientos eran lírica en acción. Un tipo serio y de gran profesionalidad, no alegaba en cada jugada ni le reclamaba a los árbitros como lo hacían y lo siguen haciendo sus paisanos. Pero era también conocido y muchas veces críticado (incomprendido el pobre Gigi) por ser un símbolo del movimiento beat. ¡Que ofensa aquella! Entraba a la cancha con el pelo largo como Ringo, John, Paul y George, con barba y bigote. ¿Quién putas se creyó este?

Su apariencia era distinta a la del resto de jugadores: pecho inflado con el pelo corto y bien peinado, bien rasurados, camisa metida, medias hasta la rodilla, bien planchados los muchachos. Gigi no, todo lo contrario y fuera de la cancha también. Tenía su propia moda, su propia forma de caminar y de ser, un espiritú libre. Pero tanto como era distinto fuera de la cancha, también era distinto dentro de ella, un jugador exquisito que hacía lo que los demás querían pero no podían. Con su futbol se los ganó a todos empezando por su entrenador el braccio di ferro (brazo de hierro por imponer disciplina) Nereo Rocco el inventor del catenaccio (el sistema de juego defensivo de los italianos). Los medios, haciendo eco de la mayoría conservadora de la sociedad, le reclamaron a Rocco por el look transgresor de Meroni. El gran entrenador respondió:

"¿Por qué le debó decirle a Gigi que se corte el pelo y que se rasure?
¿Por qué le debo imponer que se vista con atuendos comunes?
Al final del día, estos son sus inocentes hobbies, sus pequeñas manías.
A mi lo que me interesa es que se entrene y juegue con empeño.
En este aspecto no tengo nada de que quejarme pues él siempre ha cumplido"
(Traducción libre.Tomado del archivo digital de Tuttosport, reproducido por Franco Ossola)

Meroni nació en 1943 en la pequeña pero elegante ciudad de Como, aspectos que él heredó como jugador. Medía 1 metro 70 centímetros y descollaba tanto talento que hasta un pase errado lo hacía ver bien. Jugó para el Como, el Genoa y se hizo grande en el Torino. Fue extremo derecho y tenía la habilidad de tomar una foto mental del posicionamiento de todos los jugadores en la cancha antes de recibir el balón y luego otra foto mental de cuales serían los movimientos inmediatos de todos los jugadores una vez el balón estaba en sus pies, las dos en una milésima de segundo claro. A falta de alguien libre para recibir un pase, podía hacer tiempo con el esférico en sus pies, era un maestro del dribbling. En una época en donde se marcaban faltas si el jugador terminaba en el suelo o había sangre en la cancha, la pequeña mariposa de color grana se las ingeniaba para esquivar guadañasos y maravillar a propios y extraños. Zinedine Zidane se descosió haciendo verónicas que parecía que él las había inventado, pero sólo porque Gigi no les puso marca registrada.



Recien iniciada la temporada '67 - '68, el 15 de octubre de 1968, Meroni salió a celebrar con su mejor amigo Fabrizio Poletti la victoria en casa de 4 a 2 contra la Sampdoria. Al salir del bar de donde estaban, cruzaron descuidadamente la calle Rey Umberto cuando un patojo de diecinueve años manejando un 124 Fiat Coupe lo atropelló a Gigi. Unos dicen que murió al instante otros que murió en el hospital. La cosa es que en esa templada noche de octubre la mariposa de color grana dejó de volar.

Irónicamente, en esos giros del destino, el patojo conductor del Fiat, Attilio Romero era un ferviente seguidor de Gigi. Tenía su poster colgado en su dormitorio y copiaba su peinado y forma de vestir. En el 2000, Romero se convirtió en presidente del Torino, puesto que mantuvo hasta el 2005. Lo conocí a Romero cuando ya no era presidente del Toro, en una cena. Al final de la misma, unos colegas de trabajo y yo platicabamos de fut con Romero quien nos confesó que nunca podrá olvidar esa noche y que hasta ese día se sentía culpable.

PD: Si bien quedamos eliminados del Mundial de Futbol Sala, los patojos salieron tablas, dos victorias y dos derrotas, lo importante es que no fueron hacer el rídiculo y le pusieron huevos. No como la otra "sele".


13 comments:

Juan Carlos Lemus juancarloslemus3000@gmail.com said...

Un réquiem por Gigi

interesante lo cabrona que es la vida y su amo el destino, maese.
como siempre, las sociedades juzgan por la ropa y el aspecto en general. el resultado, miles y miles de talentos que ni se conocen ni se conocerán nunca porque los buenos futbolistas, artistas, etcétera, casi nunca saben abrirse espacio.

interesante conocer a ese don que lo atropelló.
imagino que abordaste el tema con el cuidado de quien cobra un penalty.
buen gol con este rescate del Gigi, a quien ya le tomé aprecio.
no tenía ni la mínima idea de él.
un día de estos, contanos o transcribinos la charla que tuviste con ese que lo atropelló. por lo menos a mí, me provoca mucha curiosidad.
saludos, kontra golpe.

Anonymous said...

Ese loco la verdad era un rollo, todo un símbolo del fut que llegó hasta la moda, algo así pareciera que quisieron hacer Huekham, perdón digo Beckham y otros "gueyes". Interesante reseña vos. Por lo menos no me aburrió como el futbol.

el Kontra said...

JC "keremus mus" Lemus: trabajaba por aquellos lares y conocí a varia gente interesante, la petición queda aceptada.

Ciudadano Cero: Akí no hay clavo, yo si soy fanático de fut, pero sobre rojos y cremas, la "sele" (que me vale madres), el Madrid, Barsa, Manchester, Inter, etc. Hay sapotocientos blogs que se descocen escribiendo sobre eso. Yo aquí procuraré abordar el fó bal desde otro punto de vista.

Nancy said...

Komandante, mi ignorancia futbolera es enciclopédica y por eso no había querido leer su historia por la tarde.
Pero como soy curiosa, ya usté sabe, no me pude resistir y ¿qué cree? De lo que me hubiera perdido. Si las historias son mi delicia y ésta suya la disfruté como si fuera un mus de chocolate.

el Kontra said...

Comendatora Arroyave: ringrazio le tue parole. Me alegro mucho que te haya gustado, aKi en el despepito (ya lo vi, solo que por alguna razón no sé porque no sale el rss feed para las actualizaciones)vemos el futbol desde otro ángulo. Saludos.

Fernando Ramos said...

Me hubiera gustado ver jugar a ese gran Gigi, quien fue mariposa antes que Mohamed Alí.

He buscado videos en "yutub", de Gigi, pero ho hay muchos y los que hay no tienen muy buenas jugadas, ni un golito se le ve anotar. Si tenés alguno sería bueno poner el link.

Como dice Galeano: Han pasado los años, y a la larga he terminado por asumir mi identidad: yo no soy más que un mendigo de buen fútbol. Voy por el mundo sombrero en mano, y en los estadios suplico: —Una linda jugadita, por amor de Dios. Y cuando el buen fútbol ocurre, agradezco el milagro sin que me impone un rábano cuál es el club o el país que me lo ofrece.

Así soy con el fut master Kontra.

Saludos

Nancy said...

Estimadísimum laude, me alegra que no le molestara la traducción, En parte resabio de mojigatería (aunque seguro a nivel del subconciente) y en parte porque el sistema no le quería dejar su nombre real. Logré ponerle despepito, pero no sé por qué no puedo ver cuándo se actualiza. Si tiene pistas se las agradeceré. Yo pensé que era censura gratuita de parte del sistema, de ahí el dulce nombre de pepito.

Fernando Ramos said...

Nancy/Kontra

Blogger no permite ver las actualizaciones del despepute, porque no tiene RSS.

Saludos

el Kontra said...

Profe Ramos: ya somos dos.

De Meroni es bien dífícil encontrar algo, yo vi material de colección. Pero si encuentro algo con gusto lo pongo.

Profes Nancy/Fernando: como carajos le pongo el rss, hasta le mande un mensaje a uno de los blogueros tecnológicos y no me ha contestado. Bueno este finde voy a ver que resuelvo.

David Delio said...

De este cuate nunca habia escuchado hablar que raro, parece arabe en la primera foto, buena reseña porque sera que los de Don Balon o World Soccer no le han mencionado como se debe.

David Delio said...

Perdon vos, ya me acorde de quien es este Gigi, de hecho hace como dos años la Don Balon le dedico un espacio a manera de homenaje en sus paginas retro, cabal pues estuvo en el Torino y coincidio con el aniversario del club que atravesaba malos tiempos y que su estadio iba a ser demolido.

Ironico que el que lo atropello ahora era el presidente.

el Kontra said...

Davide: es bien interesante la breve historia de Meroni, en Torino todavía es ídolo.

Anonymous said...

Trataré de subir algo al Youtube de Gigi, querido amigo (lo siento como un amigo porque ha escrito de la mariposa granata) Un video mio con estaticos y una sola jugada esta en el web. Trataré de hacer otro con jugadas: era increíble su fluidez al caminar, al moverse, incluso la voz y aspecto de poeta soñador.

Gracias a Dios, romero ya no es presidente del Torino, fue una maldición que nos cayó... de todos modos, ser del Toro es una hermosa maldición que se pasa de padre a hijo, o hija en mi caso.

Un abrazo y FORZA TORO SEMPRE!