Doble función: Screamin' Jay Hawkins

Bautizado como Jalacy Hawkins para luego transformarse en Screamin' (Gritón) Jay Hawkins. Nació en Cleveland, Ohio, en julio de 1929 a tres meses del "martes negro" que marcó el inicio de la Gran Depresión en los IU ES EY.

Hawkins... negro; nacido en una ciudad industrial de mano de obra intensiva; un país en bancarrota (hagan las matemáticas)... fue dado en adopción.
¿Quién va adoptar un bebi negrito en medio de la crisis económica y a principios de los años treinta del siglo pasado en aquel país? Una familia de la tribu Blackfoot (Pie Negro) de indígenas norteamericanos a sus 18 meses.

Desde wirito Hawkins desarrolló un increíble talento musical, no cabe duda que llevaba el entretenimiento en sus venas. Un genio autodidacta el chiris, a los seis años sabía leer música y tocar el piano. Con la aparición de la tele a finales de los treinta, se vuelve fanático de la ópera, siendo Enrico Caruso uno de sus ídolos. Sigue así los pasos de dichos artistas: la música, la canción y la actuación. Conforme va madurando desarrolla una potente vos. Su talento no pasa por alto y logra ingresar en el Conservatorio Musical de Ohio.

Deja sus estudios y a los quince años se enlista en el ejército y es enviado a ser parte de la flota naval gringa en el Pacífico Sur. Fiel a lo suyo, Hawkins se ocupaba del entretenimiento de las tropas, sin embargo, el sostuvo hasta su muerte que también combatió y que fue prisionero de guerra de los japoneses durante un tiempo. ¿Quién sabe? Aunque conviene creerle, el tipo, aparte de que era un pizadón, fue campeón semi-profesional (o semi-aficionado, como quieran) de boxeo.

Dícese que fue en el ejército en donde obtuvo su apodo de gritón, pues aparte de su vocesota tenía unos gritos estridentes. Después de los morongazos de patojo (la guerra y el boxeo) se lanzó de lleno a la música para asi poder darnos él sus morongazos de adulto, los cuales fueron muy bienvenidos por muchos. Pero nada de ópera, nada de recitales de piano, lo suyo fue el ¡Rock! (aunque terminó como Blues, ustedes saben, las variaciones de géneros musicales, en fin)

Fue el gran precursor de shock rock, pues no era solo sú música la que engatusaba a sus fans era todo el acto que venía con la misma. Llegaba al escenario dentro de un ataúd forrado en imitación de piel de zebra; salía del mismo con traje y capa "draculesco" solo que de tonos plateados o dorados; tenía un bastón con una calavera diminuta que llamaba Henry y decía que era un amigo al que le redujeron la cabeza; a medio show hacía conjuros de vudú y sobre el piano que tocaba tenía un brazo artificial que se movía. Así es como empezamos la primera parte de esta doble función, con su show a todo color, interpretando su más famosa rola de 1956: I put a spell on you (te pongo un hechizo):

La diversión continúa, no crean que los iba a dejar así nomás, ¡nel muchis!, la rola de arriba es buena, pero no es mi favorita, no es la canción que cuando escuché me llego tanto y me hizo sentir mucho más de ahuevo que dos lineazos de nieve tropical sin el bajón que les sigue al ratito. Su más famosa rola no es la que me sedujo y por la que me interese en el genial gritón este.

Cargada de bastante carisma, así como Hawkins, y con líneas tan supermegaultradeahuevo como (traducción despeputada):

¿Conocen a Madonna? Pues la vi ayer. Pero estaba yo con tantas mujeres, que la hice a un lado.

Uso la ropa más chilera, no hay otra igual. Me visto tan bien, que hasta Calvin Klein se me queda viendo.

Esta es la rola que entre lineas y acordes nos dice que ser "cool", ser "fashion" y la belleza no es algo que se ve en Vanidades o Maxim, en los rotulos de las carreteras, en las vitrinas del nuevo Oakland Mall, ser como Madonna, o vestirse con Calvin Klein.

¡¡¡Mi Huevo!!! diría Jay... es una actitud que no depende de nadie más que nosotros.

Están de bajón por que otros dicen que no son "cool" o no están "fashion"... mejor canten la canción, a su estilo, pero recuerdenlo a Jay (ahí estan las fotos, Maradiaga hasta bien se sentiría) y recuerden el título como en 1994 lo cantó Screamin' Jay: I am the Cool y manden a todos al carajo (o al despepute, aquí aunque sea bailaremos, bailaremos y beberemos y luego unas chiky).

PD: Screamin'Jay murió en el 2000 en su amada Francia que lo acogió como ídolo al igual que lo hizo con otra Diosa de la música, la diva amazónica Nina Simone.