de Australia a Guate: de los Komixxx a la niñez

La semana pasada la bi bi si mundo abrió otro capítulo en un debate que lleva muchos años de dar vueltas y que fácilmente se puede conectar con varios otros debates: la influencia de los medios y el arte en la conducta humana.

Un juez australiano determinó que unos dibujos animados similares a los de la popular caricatura los Simpsons que salían manteniendo relaciones sexuales constituyen pornografía infantil. Personalmente no soy fan de los simpsons, si mucho habré visto uno o dos programas, el punto aquí es que alguién hizo dibujos de la familia animada cogiéndo entre si, o sea recreando situaciones incestuosas e involucrando personajes que representan en la ficción a menores de edad.

El tema es delicado, personalemnte considero a la pedofilia y cualquer abuso a la niñez como la peor putada que se puede hacer. Pero aquí el punto de debate es si los dibujos de personajes ficticios pueden ser considerados como pornografía infantil. En otros posts sobre Komixxx (como he etiquetado a las caricaturas o chistes para adultos) he mencionado que muchos de sus autores han cruzado ciertos tabúes, entre ellos el del uso de menores de edad. Debido a esto la mayoría de estos comics han sido distribuídos de forma clandestina o en lugares destinados a encontrar cosas así, como los distritos rojos de grandes metropólis. Hoy la cosa ha cambiado debido al internet, es muy fácil hacer una búsqueda y toparse con cientos de miles de imágenes de caricaturas en plena cogedera loca. Prácticamente todas las caricaturas conocidas han sido retratadas desde una visión triple equis: Disney, los superhéroes de Marvel, Pokemón, los Simpson, etc. y todas han retratado todo tipo de situaciones: desde un simple beso y metida de mano hasta lo más depravado posible.

¿Hasta que punto influye esto en la conducta de una persona? El juez en Australia consideró que los personajes de un dibujo animado aunque "no fueran una representación realista de la forma humana no imlplica que los personajes no sean considerados personas" (bi bi si mundo). También consideró que estos dibujos pueden "estimular la demanda de material que involucre el abuso de menores" (idem.). Al cuate que le encontraron estos dibujitos lo multaron con el equivalente de US$ 2,000 bajo el cargo de "posesión de pornografía infantil". ¿Hubiera pasado lo mismo si hubiera tenido fotos de niños reales en ves de dibujos animados? ¿Lo hubieran dejado en libertad?

Se abré la caja de pandora. Tomando este caso en Australia, se puede iniciar un argumento que abarca a los medios de comunicación y diferentes concepciones del arte. Para muchos la violencia de los jóvenes es inducida por películas, canciones y juegos de video que proyectan violencia extrema. Lo mismo sucede con la pornografía por ejemplo y como esta puede convertir a alguien en un violador o alentarlo a violar a alguién. No soy psicológo ni he realizado estudios sobre esto pero me atrevo a decir que no creo que la cosa sea así.

En este caso se trato de los Simpsons y un tema tan delicado como la pornograf'ía infantil. Pero que pasa si alguién dibuja en un papel en blanco un muñequito de esos típicos de un circulito y cinco líneas que representan cuerpo y extremidades y lo ubica en una situación de violencia o sexo y le añade la leyenda que el dibujo representa a un chavito de once años. ¿Se podría interpretar la situación de la misma manera que el caso de los Simpson?

En lo personal no estoy de acuerdo con la sentencia del juez australiano. Debe existir una clara diferencia entre la creación ficticia de la realidad. ¿Bajo qué criterios se puede tachar un dibujo de prohíbido y otro no? ¿Cuantas obras de arte de reconocidos autores serían prohíbidas? Luego no paramos, y seguimos con las películas, la música, la literatura. ¿Qué hay de las noticias? ¿Y los niños?

Hay que cuidar a los niños sin duda, algo que aquí en Guatemala y en muchos otros países del mundo (desarrollado y subdesarrollado) falta por hacer. Mucho de este material puede caer en sus manos cuando no debería ser así. Pero en donde están las autoridades ¿¿?? No habló solo del estado, sino de los papis y las mamis y de los adultos que se dicen ser responsables. Seguimos siendo una sociedad de falsas apariencias y doble moral al igual que muchisímas otras. Seguimos condenando ciertas cosas cuando al mismo tiempo volteamos la cara sobre otras.

¡que la violencia!
En Guatemala es común ver que cuando asesinan a alguién se hace un círculo de curiosos para ver al muerto, muchos de los curiosos son niños.

En la cárcel decapitan a unos reos y los medios de comunicación escrita y televisiva muestran las imágenes al igual que muestran a los rojos y los cremas celebrando su pase a la final del futbol nacional.

¡que la pornografía!
Sin necesidad del internet en la sexta avenida se consiguen mierdas realmente repugnantes. Imágenes y videos de aficionados con menores de edad haciendo cuanta barbaridad se pueden imaginar.

Cuantos menores se unen como pareja sin ningún concepto de educación sexual y desarrollo familiar y bajo el consentimiento de sus padres en este país. Cuantas niñas de diecinueve años han tenido que convertirse en mujeres y madres de cinco, o seis niños a la fuerza.


Tal vez me haya ido por las ramas y haya empezado con una cosita en Australia y los simpson para venir a aterrizar en Guatemala pero muchos vergueos empiezan así (o al menos así los veo yo) con un pequeño hoyito en un carretera que a todos les pela y es hasta que este se convierta en una zanja y una camioneta de vuelta matando a todos sus tripulantes que se nos prende el foco y decidimos repararlo.


PD: Que calorones perez, deberíamos hablar también del cambio climático.